4 jun 2010

DOS entrevistas a Piazzolla Astor Piazzolla habla de rock


Esta es una entrevista informal , pero es risueña la verborragia de Piazzolla  y mas abajo hay una entrevista en Mejico donde quedan al descubierto cierto claro oscuros de la personalidad del musico ,  y una yapa

Entrevista: Astor Piazzolla habla de rock.  por: Antonio Carrizo

En esta oportunidad, rescatamos el encuentro radial entre Astor Piazzolla y Antonio Carrizo en 1985 en donde el tema de discusión era nada menos que la visión del maestro sobre el rock. En esta entrevista se pueden observar los típicos comentarios polémicos de Piazzolla que tantas opiniones encontradas le ganaron en el mundo de la música. Claro que al justificarlo con su talento, casi todo se volvía indiscutible.





- La gente del rock te admira, pero vos parece que los ignorás…



- ¿De qué gente me hablás? ¿Quienes me admiran?… Por favor… Salvo el pibe Aznar y Spinetta, los demás creo que me huyen, como tantos otros…



- Vos no te acercás a ellos tampoco…



- Con qué tiempo… Me río cuando me llaman maestro… Yo solo tengo tiempo para mi música y no me alcanzan las 24 horas, me da bronca cuando duermo. No tengo ni tiempo ni paciencia para enseñar nada, pero si me preguntaran con gusto les aconsejaría maestros en serio y que ejercen: Gandini, Schneider, Ziegler, Pane, Malvicino, Suarez Paz; ellos saben en serio enseñar.



- ¿Y la experiencia con Spinetta?



- Fue bárbara. Pero tenemos dos mundos diferentes. El “Flaco” es un fenómeno como cantautor y yo soy sólo un músico. Siempre me costó entender la poesía cantada. Soy de los que creen que la poesía tiene su propia música y la música su propia poesía. Laura me lee las canciones de Silvio Rodríguez o del “Flaco” y me parecen bárbaras, y ellos le ponen una música apropiada a lo que crean. Buscan la belleza en esa conjunción. Spinetta es uno de los tipos más honestos que conocí en nuestro medio, como Jairo, otro fenómeno de tipo.



- Pero en el rock hay muchos músicos tambien, que se ganaron a todos los pibes, al revés del tango que los pateó…



- Lo que más me molesta de los rockeros argentinos es su falta de inquietudes. Dicen que hacen fusión… ¿de qué? No alcanza con que Charly García le ponga nombre de tango a sus discos, eso no es fusión, no es nada. Que tomen el ejemplo de Queen, Pat Metheny, Sting, Emerson, Lake & Palmer. Este Keith Emerson es un tipo de conservatorio, un pianista de nivel mundial. Sting fue a golpear la puerta de Evans. Hay muchos así, están podridos de tocar siempre lo mismo. Ojo que al rock de otros lados le está pasando lo mismo, como pasaba con el tango del ´40. Yo estaba ahí. Nadie aceptaba cambiar nada. En el ´39 cuando entré a la orquesta de Troilo y hacía los arreglos, no es cierto que el gordo me tachaba cosas… la gente en realidad no lo aceptaba. Yo tachaba… Al rock me parece que le pasa lo mismo. En Londres vino al camarín después de una actuación el guitarrista de Génesis y se puso a charlar con Lopez Ruiz, que me decía que era un fenómeno. Fuimos a cenar y él mismo me dijo que hacía 10 años que tocaba lo mismo y creía que la desvinculación de los Beatles en buena parte se debía a lo mismo y rescataba a Harrison como el que más buscaba las fusiones para salir de ese cuarto encerrado del éxito. Yo le conté lo que me había pasado a los 19 años. Fui a ver al Colón con mi viejo a Arturo Rubinstein que se había instalado en Buenos Aires. Quedé deslumbrado. En una semana escribí una especie de sonata y se la llevé a la casa, de caradura absolutamente. Me recibió bárbaro, estaba morfando tallarines y cuando terminó me dijo: “deme lo que escribió” y se puso a tocarla al piano. Era una reverenda porquería y yo estaba colorado como un tomate. Terminó, me miró fieramente, pero con mucha ternura me preguntó si quería ser músico. Le contesté que sí naturalmente. Entonces me dijo muy simplemente: “póngase a estudiar”. Y ahí nomás me dio la dirección de Castro que no tenía alumnos y que me recomendó a Ginastera y aunque parezca mentira, fui el primer alumno de ese monstruo.



- ¿De Argentina no rescatás nada más que a Spinetta?



- ¿Vos querés que tenga más enemigos de los que tengo? No conozco, che. No tengo tiempo para escuchar nada más que a la pasada, me baso más que nada en lo que me comentan mis músicos. Yo estoy mucho más cerca de hacer rock que ellos de hacer tango, están lejos de todo. Los pibes critican a los tangueros por ser cerrados y tienen razón, pero ellos tampoco zapan con nadie, tendrían que fijarse en los brasileños que hacen una cruza fenomenal con todo el mundo y buscan salir de la mediocridad. Se nutren entre ellos y con todo lo bueno que venga de afuera. En mis recitales en Brasil hay siempre, al menos 20 músicos que vienen a escuchar. En Argentina, sólo algunos del tango. Me gusta lo que está haciendo Lito Vitale que se sacó de encima ese rock sin alma. Lo estoy siguiendo. Zapa con todo el mundo y no deja de intentar cosas nuevas. Eso es auténtica fusión.



- ¿Estuviste con Yupanqui alguna vez?



- Sí, dos veces. Una me lo crucé en la calle en París y él me vino a saludar. Sinceramente me quedé helado, no supe que decirle.

Era como toparme con San Martín. No me salía una palabra. Lo mismo me había pasado hacía muchos años en Nueva York cuando me presentaron a Stravinsky, igual me quedé mudo, yo sólo quería mostrarle mi admiración y decirle que mi primer estudio con Ginastera fue la Consagración de la Primavera. Nada, che; el viejo me invitó a su casa y yo tardé como dos semanas en aceptar, a pesar que vivía muy cerca. Me animó Jairo y fuimos. Empezamos a matear y yo seguía sin poder emitir palabra, porque cada comentario que hacía eran sentencias de tres frases tan redondas que me parecía grosero responder. Hasta que la mujer, que era reculta y macanuda, se acercó con el mate y por abajo me dijo: “Ataque con todo que a él solo le gusta el silencio de la montaña, pero no el de las personas” Menos mal que el viejo era fana de Ravel y de Bartok y por allí encontramos la charla de más de cuatro horas y me sorprendió sus conocimientos musicales, sobre todo de armonía, aunque a cada frase me pedía disculpas por su ignorancia y me decía que envidiaba mis conocimientos. Cuando hablamos del bandoneón, me dijo que su único placer era escucharlo al viejo Isaco Abitbol cuando viajaba por Santa . Casi se muere de la alegría cuando le dije que nosotros íbamos con el gordo Troilo a verlo cuando nos íbamos de pesca…

ETREVISTA EN MEJICO
En agosto de 1984, cuando el compositor, bandoneonísta e innovador del tango argentino Astor Piazzolla regresa para ofrecer un par de conciertos en la Ciudad de México, fue entrevistado por el reportero Roberto Ponce, acompañado del folclorista Juan Dalera, de los grupos Los Chasquis y Alpasinche. Fragmentos de aquella conversación con Piazzolla, quien fallecían el 4 del julio de 1992 en Buenos Aires, se reproducen aquí¬ por primera ocasión, con motivo de los recitales que ofrece el Quinteto Piazzolla el viernes 12 y el sábado 13 en el Teatro de la Ciudad capitalino.


Es un soleado domingo 19 de agosto cuando entramos a la habitación 607 del Hotel Sheraton, donde Piazzolla nos recibe con gesto adusto.

Nacido el 11 de marzo de 1921 en Mar del Plata, la imagen más lejana que tenemos sobre Piazzolla mi acompañante Juan Dalera, músico de Tandil fundador de Alpasinche, y este reportero, era aquella cuando aparece de nieto en la película El día que me quieras, la ultima que protagoniza Carlos Gardel en 1935, el año de su muerte.

Enfático, Piazzolla habla de los dos conciertos que acaba de ofrecer en la Sala Nezahualcóyotl de la UNAM:

"Yo me doy el gusto de hacer lo que yo quiero. Y a veces, me doy también el gusto de hacer lo que la gente quiero. Si vos te ponías a analizar al publico anoche y antes de anoche, yo creo, no se si exagero, que 40% viene porque vieron que el programa decía 'Libertango' o 'Piazzolla y su quinteto de tango'. Hay publico que no me conoce y viene por el tango, porque no conocen lo aleatorio ni lo elaborado que hago. Entonces toco Caminito, La cumparsita y Mi Buenos Aires querido, que hice por primera vez en Pari¬s con Placido Domingo.

"Y lo hago, porque cuando vine la vez pasada a México una buena parte del publico me pedían Balada para un loco. Y otra parte me pedían Chiquilín de Bachin. Termine tocando Volver, un tango de Gardel. El otro día me llama Alberto Cortes y me pidió grabar con el Mi Buenos Aires querido en su disco de Gardel, así¬ que aproveche el arreglo que habi¬a hecho con Placido. Para el pueblo latinoamericano el tango es sinónimo de canto y yo me doy el lujo de hacer lo mi¬o: pero después hago lo que ellos me piden con un cantante. Por que hacer un repertorio de dos horas de música instrumental es inaguantable para la gente que no le gusta la música."

--¿Usted escribe toda la música que interpreta?

--El 30% esta escrito. Lo demás es lo que cada uno de mi quinteto pone de si¬. No hay margen de improvisación, sino de libertad. En Europa jamás hago música cantada; pero voy a Pari¬s en septiembre y hago un espectáculo con la cantante italiana Milba, gran intérprete de Brecht, llamado "El tango", con puesta en escena de Peter Brook, que empieza con el poema de Borges sobre el tango y hago música con mi quinteto. Pero después voy a Argentina, entonces solo hago instrumental; ni siquiera en Pari¬s hago canto; al parisino no le interesa pues ellos tuvieron un Jacques Brel, un Charles Aznavour o un Léo Ferre.





Piazzolla vs. el rock

En 1928, su padre Vicente Nonino Piazzolla (a quien le dedica Astor su Adiós Nonino) le regala un primer bandoneón. En 1931, Piazzolla graba su primer disco en Nueva York y dos años después comienza lecciones con el húngaro Bela Wilda.

En 1939 ingresa como bandoneonísta a la orquesta de Ani¬bal Troilo Pichuco, y un par de años mas tarde estudia con el prestigiado compositor de música de concierto argentino Alberto Ginastera. Tras realizar tangos como El desbande, hacia 1949 se empapa de jazz y decide proseguir sus estudios. En 1954 obtiene una beca para estudiar en Pari¬s con Nadia Boulanger, quien le recomienda tomar al tango y al bandoneón:

"Sus obras eruditas están bien escritas, pero al verdadero Piazzolla no lo abandone nunca."

Creador del neotango, Piazzolla habla en 1984 del rock argentino como música extranjerizante. Se le pide ahondar, en el pensamiento de que también al jazz se le pudiese acusar de lo mismo. O a quien toque Bach. Piazzolla alza la voz:

"Un pianista que toque Bach lo tiene que tocar a la manera de Bach, que es compositor alemán. Pero si ve¬mos el rock argentino, el 90% esta ya en el sonido country & western norteamericano, imitando a Joan Báez o a Bob Dylan ..."

--¿Conoce al grupo Yes?

--Si, yo conozco todo, es fantástico. Conozco a Blood, Sweat & Tears, a Weather Report, a Herbie Hancock. Me gusta inclusive Michael Jackson, porque los arreglos de Quincy Jones son fascinantes; además, Michael Jackson es fascinante porque tiene una voz sensacional. Imagínate vos que me gusta más Michael que Julio Iglesias ...

Sonri¬e por única vez en la charla, y prosigue:

"Dicen que solo le interesan los dólares, pero ¿que quieren que le interese si lo construyeron así¬ a Michael Jackson? Es preferible lo que hace que los dólares de Julio Iglesias."

Regresa al rock argentino:

"Los roqueros argentinos tienen una gran desgracia. Salieron y empezaron a ganar dinero. Y el que no lucha en esta vida no logra nada. Ganan dinero, se van a grabar a Estados Unidos y de lo único que se preocupan es de mejorar el sonido, comprar sintetizadores, teclados, las mejores baterias, logrando cada equipo que me dejan con la boca abierta; en vez de estudiar.

"Pero después, el mensaje poético y musical no existe. Cantando son todos muy mediocres, no hay un tipo realmente del que se pueda decir que maravilla de cantante."

--¿No hay mensaje en las letras de Luís Alberto Spinetta, por ejemplo, o de Charly García?

--Cuando empezó Spinetta con el grupo Almendra (en 1967) era muy positivo; pero Charly García me revienta porque es muy poseur: una pose; o sea, se baja los pantalones cuando se enoja y todas esas cosas que en este mundo, si vos escribieras bien te las permito. Se genio y después bájate los pantalones.

"... O se pone a decir groser¬as que a mi¬ no me parece, porque yo a veces tomo los ejemplos de los grandes divos del mundo, como Frank Sinatra, Tony Bennett, Barbara Streisend, Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan o un Jacques Brel; nunca tuvieron necesidad de esas tonterías. Ellos subían, cantaban y decían las cosas mas lindas del mundo."

--¿Por que no se dio la fusión de roqueros argentinos con Piazzolla?

--Es exactamente lo que declara. Me tuvieron miedo y es lo peor que me pudieron haber hecho. Yo hubiera preferido que me dijeran: "como no, maestro! Yo no se mucho pero me gustari¬a intentarlo ..." Yo les di la oportunidad, a pesar de que no sabi¬an música, de que trabajaran conmigo.

"Se negaron totalmente. Fue de esas cosas que queri¬a unir la juventud con la no juventud, ¿te das cuenta? O sea, la vieja generación, la música contemporánea argentina que soy yo, con los músicos que se inician. Darles un chance, como si cuando Leonard Bernstein comenzaba le hubiera dicho Maurice Ravel: 'Vamos a hacer algo juntos'. A eso voy."

Tango y adiós

"Yo tengo la gran experiencia porque llevo 40 años escribiendo y escribiendo como un loco, soy un profesional. No es que no me falte aprender, pero yo se todo con respecto a mi profesión de ser músico ... Lo que pasa es que me acerque al manager de Charly Garcia, David Greenbach, quien también dirigía a Mercedes Sosa y tuvo problemas con ella. Es un joven prepotente y es prepotente porque es mediocre; ellos creen que Charly García es lo máximo. Me toma el teléfono y me dijo que no creía que Charly tuviera tiempo para mi¬, que estaba muy ocupado, que teni¬a que irse a Nueva York."

--Es decir, usted no rechaza a Charly García ...

--No. Si vos no tuvieses una cultura musical, pero fueses con animo intuitivo y me dijeses: "Piazzolla, yo tengo una letra", y me la cantaras, y si yo viera que tenes condiciones ... Por ejemplo, a mi¬ Spinetta me gustaba; me trata muy cordialmente, pero se asusta. Y yo no iba a usar Mi Buenos Aires querido con el. Yo quería hacer un disco llamado Spinetta con Piazzolla. Hubiera sido fabuloso, como lo hizo Mercedes Sosa con Juan Carlos Baglietto.

"Hay gente que esta comenzando que tiene muy buenas letras; pero los jóvenes argentinos están con los roqueros y ahí¬ no hay nada que hacer. esa es mi preocupación. Porque hay una juventud que me sigue, que se ha ido totalmente del tango, y con lógica razón, que es la que esta conmigo. A los primeros no les interesa Gardel y no sabe ni quien fue Ani¬bal Troilo, son jóvenes y no aceptan esa solemnidad."

--¿Por que?

--Ellos ven a un cantor de tango que sale con saco y corbata, todo engominado, la cara blanca que parece un muerto, viejo, necrologico, momia ... Los tangueros no le dan nada a la juventud. Y hay quienes se acercan a mi música porque yo salgo con jeans a la calle y a ellos les gusta eso.

"El folclore esta todavía mas atrasado que el tango. Es un poco el 'no te metas', un poco la idiosincrasia del provinciano, de los autores salteños y todo eso. Están ellos ahí¬, con su empanadita y su vasito de vino. Y para hacer cosas en esta vida se necesitan motivaciones: no podes estar todo el di¬a con un tipo que come empanaditas y bebe vino, mientras habla bobadas. Tenemos que estar rodeados de un mundo que te mueva. Brasil es el gran ejemplo de como se deben hacer las cosas, son poetas cantantes. Te dejan con la boca abierta. Todo me gusta, desde Joao Gilberto para adelante ... Vinicius de Moraes, Chico Buarque, Veloso, Gil, Simone, Ellis Regina, me canso de nombrar ..."

--¿A que lo atribuye?

--A que en Brasil los únicos discos que se venden son los brasileiros. Fíjate vos en Ellis Regina, Simone, Chico Buarque, inclusive un Roberto Carlos (quien tampoco me gusta, pero es mejor que Julio Iglesias): venden millones. Todos los brasileros venden. Y yo en Argentina, si vendo 4 mil discos es exagerado. No te compran Piazzolla, yo no soy comercial. La cultura argentina en los últimos 10 años ha cai¬do mucho.

El autor de Mari¬a de Buenos Aires (ver en Internet www.piazzolla.org) visualiza el futuro del bandoneón en las manos del músico argentino Dino Saluzzi, "extraordinario en folclore salteño", a pesar de que "tocaba tango antes, pero no tenia personalidad". Y menciona a El chango Fari¬as Gomez, Manolo Juarez, Jaime Torres y su charango ...

"El problema es que no tenemos competencia. Ya estamos todos viejos, el mismo Atahualpa Yupanqui sigue siendo El padrino en la guitarra. ese fue el problema del bandoneón de Rodolfo Mederos, que para no imitar a Piazzolla el se inventa un estilo; pero los estilos no se inventan. Creo que vienen solos. No se puede uno proponer en este mundo ser distinto, vos naces distinto."

--Una pregunta final, hablando de miedos: ¿Ha pensado en la muerte?

--No, no, no ... No se me ocurre. Lo único que le tengo miedo a la muerte es el no poder seguir tocando. Pero morirme no me da miedo, ninguno, al contrario. Como estuve tan cerca de la muerte tantas veces ... Yo creo que cuando toco también la muerte esta presente. Tuve un infarto en el año 1973, pero estoy bien de salud, me curo totalmente. Subo al escenario y me olvido que tuve un infarto. La vez pasada me quede casi ciego porque yo me dedico a pescar tiburones, estoy loco, me quede sin sombrero y me agarre una insolación.



 
LES DEJO UN LINK CON VIDEO DE PIAZZOLA Y PUGLIESE 2 PERSONAJES FUNDAMENTALES EN LA HISTORIA DE LA MUSICA POPULAR ARHGENTINA JUNTOS EN ALEMANIA (REPORTAJE)
 
http://www.youtube.com/watch?v=ZMFpoWs1H0M