5 jun 2010

Entrevista a Ramiro Musotto al percusionista Argentino


Entrevista a Ramiro Musotto

El ritmo, furor del siglo XX

Dinah


Ramiro Musotto es músico, es productor, es argentino. Lleva más de 20 años radicado en la brasilera ciudad “de todos los santos”, Salvador de Bahía, donde se nutrió de los ritmos de la percusión afrobrasileña, sumándole una mirada latinoamericana y mezclándolo con música electrónica. Tiene dos discos editados, “Sudaka” y “Civilizacao & Barbarye”, además de haber grabado con Lenine, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Paralamas y Marisa Monte, entre muchos otros. En su último viaje a Buenos Aires, café de por medio, Ramiro nos cuenta cómo vienen sonando dentro de sí los ritmos afroamericanos y desde que lugar juega con lo electrónico.



Q! La primer pregunta, viene un poco por el lado de cómo vivís vos como argentino esa fuerte religiosidad de Salvador ¿cómo se convive con eso?



RM la religiosidad … yo trato de ser ateo, agnóstico, full time… al mismo tiempo, el candomblé cuando uno llega Salvador fascina, fascina totalmente… yo llegué y al año y medio empecé a prender una velita y al segundo año dije “pará, pará un poco’” yo no soy un tipo religioso, ni mucho menos esotérico o supersticioso, nada de eso. La religión del cadomblé, es una religión muy ignorada, por ejemplo, Borges, habla de todos los mitos nórdicos, escandinavos, balcánicos y jamás toca un mito africano que tiene una mitología increíble y toda la relación que ellos tienen con la naturaleza. Además, mas allá de una religión, el candomblé es como una ideología y entonces mucha gente se acerca a esa religión por cuestiones ideológicas y por cuestiones de ideales de vida o por principios, mas que por religión. Mucha gente que se acerca a candomblé, mucha, que no es religiosa…



Q! ¿Vos desde qué lugar tomás la música religiosa para componer?



RM Para mí es una fuente de inspiración alucinante, hay algunas personas que creen que la música religiosa no se debe usar para hacer música profana y hay otras, más de la mitad, que creen que sí, que la música religiosa se puede usar como inspiración para hacer un disco, como hago yo, como hace Irakere, como hace Celia Cruz o montones de artistas. Esas pocas minorías están mas en Brasil, porque en Cuba, por ejemplo, ya están como de vuelta, allí no hay ese problema. También la gente que está más profundamente metida en el candomblé, en realidad no tiene tanto problema, es la gente que tiene mas miedo, porque es supersticiosa…

Q! Tal vez donde hay mas ignorancia hay mas resistencia…

RM O un respeto distinto. También por ahí tenés una corriente de gente “de adentro”, que dice que no, pero es muy chica.

Q! ¿Dónde encontrás el punto de encuentro entre estos ritmos populares y religiosos, y la música electrónica o los ritmos contemporáneos que vos mezclás?

RM Para mí es algo obvio, la música electrónica, la música pop hoy en día, y más la música electrónica, está muy basada en el ritmo. Es como si Occidente hubiese descubierto el ritmo en el siglo XX, antes el ritmo era un elemento más que no tenía un valor particular, hoy hay un furor con el ritmo. Y no solo desde el punto de vista de la percusión, como hay hoy en Buenos Aires, que hay ese furor, si no también desde la música clásica, la música contemporánea, Philip Glass, Steve Reich, millones de compositores que comenzaron a usar el ritmo como lenguaje musical, como finalidad de evolución. Entonces la música electrónica, la música más moderna hoy en día, no tiene una gran complejidad armónica, por ejemplo, porque el camino de que la evolución equivale a armonías complejas, ya está medio como pasado. Se empezó a ver que más se podía hacer y ahí la cosa comenzó a evolucionar por otro lado: por la parte rítmica, por usar diferentes escalas, por rescatar músicas étnicas que estuvieron más olvidadas … fue interesante porque cuando le hice el comentario a Santiago Vázquez del disco de mbiras que él grabó, que a mí me fascinó, le dije “que bueno ese disco, esa idea de mezclar los ritmos folclóricos con la mbira, de intentar mezclar esos dos caminos” y él me respondió “sí, está bueno que la complejidad armónica no sea el único norte de la evolución”. La cosa siempre fue por ahí, armonías complicadas y los ritmos eran siempre los mismos, y ahora este nuevo horizonte que se descubre, encuentra en la música afro o en la música étnica una fuente completamente normal de inspiración. No es que yo descubrí la pólvora, eso es obvio para todo el mundo hoy.

Q! A la hora de tomar algún ritmo, que tenga que ver con lo religioso puntualmente, ¿buscás hacer referencia a lo que ese toque está diciendo o lo abstraés y lo trabajás como un ritmo más?


RM De lo que siempre trato de tener cuidado es de que ritmo no pierda su esencia, porque es muy fácil mezclarlo con un loop y que se transforme en otra cosa o también mal entenderlo. Así una característica del ritmo, que es importante, podés perderla en función de un loop que metés y esas cosas… por eso es importante conocer lo que uno está tomando…


Q! A veces se eligen elementos de algo que no son para nada representativos de eso que se está tomando…


RM Sí y también pasa en la música electrónica, se toma un loop de un ritmo afro, por ejemplo, y lo meten, pero lo meten cruzado, lo ponen al revés o lo empiezan del 4º tiempo y queda una cosa, que tal vez para quien lo hace suena bien, es “very interesting” pero no lo es para un tipo que conoce. Por eso, está bueno siempre imaginarse que el tipo que tocó eso, que lo escuche y que le guste, eso está bueno. Porque poner una cosa fuera de contexto y darla vuelta toda … a no ser que lo transformes en otra cosa realmente y quede irreconocible para el tipo que la tocó, bueno ahí sí, ahí vale todo, pero si vos mantenés el ritmo y lo cambias todo el tiempo y queda todo cruzado, no se … lo bueno es eso, que trabajes con un ritmo pero que quien lo hizo pueda decir “está bien, todavía tiene el sentido de lo que era el ritmo, está mezclada con otra cosa, que me sugieren cosas nuevas, pero mi ritmo todavía está ahí, la idea sigue ahí”. Cuando hacemos un samba reggae, un toque de Oxossi, está bueno que esté el ritmo presente y es interesante porque es la novedad, porque yo no hago música electrónica normal, como un dj, yo uso todo el tiempo la percusión y los lenguajes que yo domino, entonces mi aporte sería ese, modificar ese ritmo. Pero respecto de lo que significa el ritmo, a veces lo tomo y a veces no, un ritmo de Xango por ejemplo, podes hacerlo tal cual o hacer un tema que no tenga nada que ver. En el tema Raio, de “Sudaca”, hay poca gente que se da cuenta, pero empieza con un ritmo muy lento, que es un ritmo de batá para Xangó; entonces, esa idea que ya existía, la puse electrónicamente y después la fui transformando. Y el tema tiene ese nombre porque Raio suena a rayo y se vincula con Xango, eso fue lo que me inspiró, ese ritmo me inspiró para hacer el tema. Lo más importante, en resumen, es mantener la esencia del ritmo.


Q! Carlinhos Brown presentó hace un tiempo “Candombless”, un disco que también mezcla elementos de la música del candomblé con ritmos electrónicos, ¿a vos que te pareció ese trabajo?

RM Me gusta mucho ese disco. Es una mezcla realmente interesante. Está muy cuidada la parte tradicional, podría ser más aventurado, digamos, pero está muy bien grabado, está muy lindo y es muy interesante. Ese trabajo no es considerado como un disco de carrera de él, Carlinhos presenta Candombless, casi no canta o canta muy poco. Yo lo escuché en un boliche muy underground de Bahía, recién había salido y fue un suceso en ese lugar, fue como una luz.


Q! ¿Qué representa Carlinhos en Bahía?


RM Mirá, yo conozco a Carlinhos desde que llegué a Bahía, el tenía 21 años y yo 20 y tocamos en el carnaval. Él todavía no había hecho ningún disco, ni nada, pero ya era el percusionista que más se destacaba. Para mí, en el mundo, es uno de los mejores, tiene un estilo muy personal. Él tocaba percusión bahiana, que en ese momento era algo que no existía como tal, porque si vos ves un recital de esa época, en los ’70, en los ’80, un show de Caetano Veloso o Gilberto Gil o Gal Costa o Maria Bethania, que eran los grande bahianos famosos, los percusionistas eran cariocas y tocaban una percusión que no era bahiana, el ijexá era mas o menos y el samba era carioca, no había estilo de percusión bahiano definido, eso es muy nuevo y eso es debido todo a Carlinhos. Incluso el set de percusión bahiano no existía, se tocaba con congas, timbales y bongó, nada que ver, era cubano. Ahora hay un set que es de Bahía, no es ni el de Río ni el de Recife, es distinto. Respecto de sus discos, el primero me parece fantástico, sublime realmente. Después, como todo artista pop tiene momentos mejores que otros, su propuesta es la de ser un músico pop, es decir, que sea escuchado masivamente y en ese sentido corre algunos riesgos asumidamente. Pero me parece genial, de lo mas saludable que ha hecho Bahía y gracias a Dios que existe, porque si no Bahía sería un caos carnavalesco nada más. Carlinhos es como una luz ahí en Bahía.
Fuente: Revista Quilombo